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sábado, 24 de julio de 2010

¡Ay LAN, deja de joder!


Es tarde y realmente tengo ganas de pegar el ojo, son las 2:11 a.m. Pero no quiero dejar esto para mañana o quizá para más tarde, que en realidad es más probable que sea mañana porque suelo escribir pasando la media noche.

Hoy contaré la experiencia que tuve el pasado lunes. No sé si buena o mala, en todo caso buena y mala.

Mi mami manejaba el auto (un Nissan Rasheen), rápidamente debo decir, por la Av. E. Faucett en ese tramo de la “vía expresa” que nunca se terminó con dirección al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Yo viajaba a Chiclayo después de casi 7 meses.

Mi equipaje era: una mochila (muy pesada y que la llevaba en la espalda), un maletín, una bolsa (donde llevaba mi raqueta de tenis, las bolas de tenis y algo más), a estos tres les llamaré “maletines”; el otro era una bolsa con una pizza dentro que sobro del día sábado, a esto le llamaré “pizza”.

Estando dentro del aeropuerto quise dejar dos maletines en el vagón del pequeño avión y llevar el otro (la mochila) como equipaje de mano.

– Mejor no Ángel – dijo mi querida madre–, lo llevas arriba.

– No mamá –le refuté–, mucho bulto.

Hice la cola, recuerdo que hicieron la primera llamada del vuelo y yo le pedí a una señora que me cediera su sitio y ella muy generosamente, accedió. Era mi turno, la señorita que me atendió era hermosa y para que me entiendan “estaba buena”. Ella me pidió mi DNI y la tarjeta de embarque y, con mucho gusto, se los mostré. Mi DNI azul (de 17 años) estaba en trámite, a si que le mostré la constancia del trámite, a lo que me pidió el permiso de viaje (el que le hacen los padres a los hijos menores de 18 años ante un notario y le dan permiso para viajar solos) y no lo tenía. Estaba algo nervioso, porque le explique a la bella chica que en otras ocasiones ya había viajado sin el permiso y ella llamo a su superior, el cual negó lo que afirmaba. Entonces vino mi mami (muy hermosa) a ver lo que pasaba.

Resumiendo lo que pasó, mi bella madre enfureció contra el superior, el que había llamado la chica que me atendió. Mi mami estaba allí presente y su palabra valía, ya había viajado sin el costoso permiso, tengo 17 años y no 10 como para no poder viajar solo. Tanto mi mami como el huevón del jefe estaban molestos, enojados y con la cara roja, mi madre más aún cuando el huevón ese la amenazó con bajarme del avión (¡imagínate!)si llegase a subir, ya que mi mami tuvo la idea (que en realidad esa fue la idea desde el principio solo que, yo no quise tener 3 maletines y una pizza como equipaje de mano, pero mi mami también cometió el error de confiarse y no sacar el puto permiso) de irme de directo con los 3 maletines y la pizza al avión.

Recuerdo que el tío ese le entregó un papel con un número a mi mami, número al que estuvo llamando todo el rato y discutiendo con la chica que le contestó. Juro que si mi mamá no tuviera ese carácter tan amable, cordial y respetuoso, ese tío tuviera moretones y rasguños en la cara, y mi madre quizá en una comisaría y yo en Lima aún.

Nos arriesgamos, mi mamá pago la tarifa aeroportuaria y entré, pero antes de eso le entregue la pizza (cosa de la que estoy muy arrepentido) ya que estaba nervioso, estresado y, de esto me di cuenta después, respirando rápido por la boca.

Pasé por las revisiones, un primer señor me pidió mis documentos pero no se percató de que era menor y no lo tenía. Luego pasé por donde te revisan los objetos, tanto tu equipaje como tus accesorios personales. Estaba muy ansioso, me olvide de sacar las llaves de mis bolsillos y algo de dinero que llevaba, y cuando pasé por la puerta de seguridad (no se su nombre exactamente) sonó, algo que me puso más ansioso. El señor de seguridad me pidió que levantara los brazos y me revisó mañosa y minuciosamente, algo que me fastidió mucho pues soy un chico de 17 años, ¿qué peligro puedo presentar? En fin.

Recuperé los tres maletines y caminé por el pasillo con pasos muy, muy largos. Miré en la tarjeta de embarque la puerta por donde salía el vuelo a Chiclayo, “por confirmar” decía. Miré por las pantallas qué puerta era: la puerta 13. ¿Dónde mierda es eso?, pensé ya muy estresado. Miré a ambos lados y las señales, no había puerta 13. Desde allí aprendí que no solo hay que mirar a los costados sino también ARRIBA. Estaba parado en la puerta 13, e incluso por un par de metros no estaba en la fila. Para asegurarme le pregunté a un señor de la fila, efectivamente estaba en la cola y me puse detrás de él (pues el señor estaba al final). Justo era la fila de los asientos del 1 al 12.

La fila empezó a moverse cuando terminó de entrar la otra fila (asientos del 13 al 25, creo). Estaba cada vez más nervioso, cuando pasé por la puerta el joven de LAN solo me pidió la tarjeta de embarque y pasé, sin darse cuenta de la ausencia del permiso. Serán tan pendejos los hijos de puta para bajarme del avión, pensaba mientras atravesaba la manga o el brazo. Entré y saludé muy cordialmente a la aeromoza (cosa que siempre hago, solo que esta vez fui más “obvio”, por decirlo así).

Mientras pasaba por el pasillo dentro del avión pensaba cómo sería el momento de mi expulsión del avión, sería el roche de mi vida. Puse 2 de los 3 maletines en los compartimientos de la parte superior (bien al fondo debo decir, ya que así me demoraría más cuando los señores ineptos de esa aerolínea del carajo intenten bajarme del avión) y me senté en el 5L, mi asiento.

Me puse a leer el último libro de Jaime Bayly (Morirás Mañana), el cual llevé en mi mano todo el camino muy incómodamente. Pero antes de eso llamé a mi mami, le dije que ya estaba en el avión y que aún no pasaba nada y, que no se preocupe. Empezaron las llamadas (“señores pasajeros…”), putamare, me dije, ahorita dicen mi nombre. Me puse en una posición menos visible (algo estúpido que solo era para evitar la vista con los de LAN), como “haciéndome el loco”. No estaba dispuesto a bajar del avión, si me bajan será el roche de mi vida, pero me enfrentaré con quienes tenga que hacerlo, además igual será el peor roche, si lo empeoro me importará un huevo, pensaba.

Llegue a pensar que Dios no quería que suba al avión porque se iba a estrellar o a caerse o qué sé yo. Pero pudo haber sido así, en fin. El avión empezó a moverse y luego despegó. Increíblemente fue el vuelo más tranquilo que tuve, excepto al principio ya que bajaron la intensidad de la luz y yo quería leer, entonces prendí el foquito de arriba y cuando intenté moverlo se salió la cosa que lo cubría. Concha su madre, la cague, me dije, aunque para mí era una cierta forma de venganza en ese momento. En el momento del refrigerio (que lo habían cambiado, ya no era lo de siempre), la aeromoza (hermosa) lo compuso.

Llegue a Chiclayo y en el taxi mi madre (que cuando maneja parece “microbusera “), me dijo que tenía ganas de “sacarle pica” al gilipollas del superior. Así que lo haremos de regreso a Lima. Mi mami fácilmente le soltará un lerolero y yo le diré que es un incompetente y me reservaré de decirle que es un huevón hijo de puta por respeto a mi señora madre.

LAN, aerolínea de los cojones, con ese huevo de empleadas guapas y “ricas” con esa sonrisa tan estirada (y a veces provocativa), que si no tuviesen ese uniforme tan aristocrático cualquiera pensaría que son unas grandes putas; y con esos tíos de saco y corbata tratando (porque son unos desmañados e ineptos) de hacer bien su trabajo para que sus jefes se impresionen, son una sarta de maricones que piensan que pueden aprovecharse de cualquier persona inventándoles cualquier escusa sin sentido. Por eso vuelen en TACA.

¡Ay LAN, deja de joder!

3:05am

24/07

1 comentario:

  1. Angel:
    Me encanto tu parrafo sobre LAN porquqe aproposito a mi me sucedio lo mismo cuando queria vijar a Arequipa por vacaciones de la USIL mi iba con unos amigos por supuesto mayores que yo y mi enamorada que tambien es menor de edad, pero nosotros mas pobres hahahahahaha viajamos por PERUVIAN AIRLINESS, ahi comenso todo el chongo el señor o estirados con corbata y saco, como tu los llamas nos dijo a mi enamorada y a mi que no podiamos subir por que eramos menores de edad y no teniamos el bendito permiso de nuestros padres y para el colmo de los colmos ningunos de nuestros padres fueron a despedirnos( no poruqe no nos quieran sino poruqe no tenian tiempo ademas no queriamos levantarlos a las 4.30 de la mañana entonces nuestros amigos mas grandes nos dijeron que cambiaramos el vuelo de todos( se comportaron muy chevere de verdad) para el dia de pasado mañna hasta conseguir ese bendito permiso, bueno lo que paso fue que hicimos el permiso totalmnte bamba y al siguiente dia que fue viernes nos dejaron pasar.
    Me encanto tu pu8blicacion y de verdad que se vallan a la csm los de LAN y los de PERUVIANAIRLINESS
    HAHAHAHAHAHA

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