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sábado, 4 de setiembre de 2010

Lima en dos: de Miraflores a Breña (Cuarta parte)



Era una botella de Pepsi de tres litros.
Ay, ¡que lindos los policías! Me van a invitar Pepsi.
(A veces hago bromas en mi mente, me hace sentir mejor, suena demasiado estúpido, lo sé.)
Se veía muy claramente que la botella estaba alterada, pues estaba más llena de lo normal. Pero sinceramente sí parecía Pepsi. En ese momento sólo pensé que si era realmente Pepsi hasta que…
-¡A la mierda, estos concha su madre!-dijo después de que abrir la botella y oler su contenido.
Creo que no era Pepsi.
Recuerdo que tiró la botella debajo del freno de mano. Escuché un: “Lárguense, mierda” antes de que se alejaran los pobres que se quedaron sin su “Pepsi”.
Todo volvió a la “calma”. La camioneta se dirigía rumbo a mi casa.
-¿Qué haces por aquí a estas horas?-me empezó a preguntar el policía “1”.
-Vengo de Larcomar de estar con unos amigos- dije siempre nervioso.
-¿Por qué no cogiste un taxi?-
-Es que cogí un carro toda la avenida Arequipa, baje en Paseo Colón y espere el bus que me deja en Colonial, solo que no pasaba y cogí los que dicen Venezuela.
-Debiste coger un taxi.-
-Sí, sólo que pensé que pasaría en bus-
-¿Tienes dinero no?-
-Sí, creo…- dije sin entrar mucho en detalles, aunque luego dije con una voz muy baja: unos diez soles creo. Por un momento pensé que querían dinero por la jalada.
-A ya-
-¿Siempre es así por acá?-me anime a preguntarles.
-Sí, la otra vez a un pata puta que lo mataron, lo agarraron y le rajaron todita la cara, puta que todo sangrado estaba- me dijo, y ya se imaginan mi cara-. Si nosotros no hubiéramos estado ahí, puta huevón que caminabas y los cuatro te robaban y hasta te mataban huevón.
-Guau, gracias.-dije con una voz muy tímida.
Llegamos a la residencial Los Alamos.
-Bueno hijo, coge un taxi la próxima vez pe-
-Ya oficial, muchas gracias.-dije bajando de la camioneta.
La camioneta arrancó.
(En este momento me siento tranquilo de escribir esta parte, estaba aterrorizado con tan solo recordarlo y escribirlo.)
El vigilante me miró con curiosidad, y pues no me sorprendía. Me saludo y lo salude. Antes de alejarme le dije: “no pregunte”, con una sonrisa en la cara.
Esa noche me di cuenta de tres cosas: la primera cosas es que me di cuenta que no soy un chico ahorrativo, sino un chico tacaño (no solamente por esto, sino que también por otras cosas, pobres mis hijos), la segunda es más deducible, yo no sabía que vivía tan cerca del peligro nocturno, sin embargo no suelo caminar por esa zona, la tercera es que la ruta SO-15 no pasa a esa hora, pues debería.
Gracias a esos dos policías que me protegieron (aunque, ¿era su deber no?) y me dejaron en la puerta del condominio. Ir de Miraflores a Breña a esas horas es una experiencia… no sé cómo decirlo, ¿peligrosa? ¿traumante? ¿indeseada?, bueno ya lo han leído, casi muero el 11 de junio o mejor dicho el 12.
Breña no es un distrito grande, es más pequeño que Miraflores (y eso que este también es pequeño), entonces, ¿qué hace el alcalde? Todos los días salen noticias de que le robaron o que lo mataron, y la gente detrás del televisor suele decir cosas como: “Ay, pobrecito “ o “¡qué pena!”.
Esto suele ser así:
1.- Te roban, te matan, te violan o te dejan cuadripléjico.
2.- Si llega a ser una noticia escandalosa sale el gran titular en los periódicos morbosos: “La violaron cuatro negritos”. Y en la televisión los periodistas luego de que termina la nota de la noticia dicen frases como: “esperemos la respuesta de la justicia” o “habrá que esperas las respectivas investigaciones”
3.- La policía “investiga” por unos 2 o 3 días, dependiendo del impacto en la prensa.
4.- Si no causa mucho revuelo los policías dejan la investigación por falta de información o cualquier escusa barata. Y allí viene la cosa: si tienes plata, investigan, si no tienes plata, no.
5.- Los que no tienen plata reclaman justicia durante 2 o 3 años, hasta que la prensa saca a la luz de nuevo el tema y los policías empiezan a “investigar” por 2 o 3 días.
Pero no quiero ser injusto, también hay buenos policías como los que me recogieron esa noche, policías que se quejan de su minúsculo sueldo mensual y por eso muchas veces recurren a la lamentable coima.
Ahora que Lima (y todo el Perú) está en campaña electoral, los diferentes candidatos ofrecen soluciones al tráfico o a la delincuencia, pues espero dos cosas: que gane quien gane, cumpla lo que promete, es lo justo, y la otra es que la prensa se descentralice un poco, porque sólo hablan de Lima, de Lima y de Lima, ¿dónde está Chiclayo y las otras provincias?
Lima es linda y fea a la vez, porque Lima es una ciudad dividida por las diferencias sociales, algo que creo que está cambiando.
Gracias Dios por ponerme esa Hilux esa noche y poder seguir escribiendo ahora.
Gracias.
1:12 p.m
04/09

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