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sábado, 18 de setiembre de 2010

Yo amo a una mujer de 48

mama
Hace unos días fue cumpleaños de mi mami, muy ingrato yo, no le regale nada. Pero yo fui el primero en saludarla, a eso de las 12:10 a.m., pues nos quedamos conversando en su cuarto.
Ella me contaba algunos problemas familiares muy lamentables que no contaré porque generalmente suelo contar mis cosas y no las de otros.
Ella me lo contaba como una obra literaria, cómo empezó, qué pasó después, y cómo está la situación ahora. Me pareció genial como me lo contaba, con lujo de detalles. Me sorprendí porque hasta me decía fechas exactas.
Luego no recuerdo muy bien que le pregunté, pero me empezó a hablar de mi papá, desde el primer día de casados hasta ahora. Había cosas que ya sabía y que incluso a veces completaba las frases (de mi papá), luego me reía un poco. Pero mi mami me contó algunas cosas que no sabía y me daba las fechas incluso.
Esa noche, día o lo que sea confirme lo que siempre creí: mi mami es una mujer luchadora, una lideresa, esforzada, sincera, muy creyente en Dios, emprendedora y muchas cosas más en realidad, pero sobre todo es una mujer que ama con todo su corazón a sus hijos (Ángel y Mariafé), no más que a Dios es claro. Pero en fin, mi mami es la mujer maravilla, una mujer grandiosa, la segunda mujer más bella que Dios creó (ella sabe por qué se relega al segundo lugar).
Eran la una y me fui a “dormir” a mi dormitorio, feliz cumpleaños, le dije nuevamente.
Entré a mi cuarto y vi dos fotos que estaban (y están) en mi velador. En una estaba mi papá y yo, en la otra, mi mami y yo. Las cogí, las junte y las vi al mismo tiempo. Se me cayó la primera lágrima y luego muchas más.
Recuerdo haber llorado desconsoladamente durante cuarenta y cinco minutos. Trataba de no hacer ruido, pero no sé por qué no cerré la puerta.
Vi en mi cómoda otra foto de mi hermana y yo, cogí las tres y las puse en fila: papá y yo, hermana y yo, mami y yo. Me miré al espejo. Vi mis ojos enrojecidos y mis cachetes húmedos y pensé en que todo el esfuerzo de mi mami para conmigo, que no valoraba lo suficiente todo lo que había hecho y hace por mí. Desde ahora trato de acordarme por todo lo que pasó ella cada vez que tengo un obstáculo y saber que yo sí puedo hacer las cosas, realmente.
Gracias a Dios tengo a personas que me quieren mucho entre familia y amigos. Si acaso no he tenido un buen padre, Dios me lo ha descompensado con la maravillosa madre que me ha dado. Una de las cosas que más me sorprende de mi mami es que, pese a todo lo que pasó con mi papá, ella nunca me dijo: tu papá es malo o tu papá es una mala persona, sólo me dice: tu papá es bueno, sólo que no puede con su mal genio.
Siempre tuve la esperanza de ser una familia completa: mamá, papá e hijos, pero era un niño, lloraba muchas veces, ahora comprendí muchas cosas que me hacen sentir que el sólo hecho de vivir con mi mami y mi hermana, me siento muy feliz. Caigo en la cuenta de que vivir con mi papá sería algo aburrido, lo digo por experiencia, pero hace poco comprendí que mi papá no es malo y es que tampoco ha sido un buen padre, pero como me dijo mi mamá: tu papá tiene sentimientos dulces. A veces pensaba por qué me había tocado un padre así, pero no me fijaba en lo positivo, o sea, mi madre.
Te amo Diosito.
Te amo Virgencita.
Te amo papá.
Te amo Mariafé.
Te amo mami.
Muchas gracias y adiós.
3:43 a.m.
18/09

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